Se ha definido a la medicina tradicional como aquella que proviene de los conocimientos que sobre la enfermedad y su curación han pasado de manera informal de generación en generación. Este saber médico se fundamenta en ideas culturalmente definidas […] Entran en juego dentro de esta medicina, además de un extenso conocimiento herbolario, factores de tipo mágico religioso…
[Isabel Lagarriga Attias, pp. 18-19]
Toda tradición médica tiene raíces en el pasado, su práctica contemporánea resulta de la conjunción de investigaciones, experimentaciones y conocimientos acumulados y transmitidos de diversas maneras. Con el contacto entre los pueblos americanos y español, la medicina que practicaban unos y otros sufrió cambios. Los aztecas habían tenido intercambio de productos y conocimientos con otros pueblos de Sudamérica y, al momento de la conquista, su medicina reunía gran cantidad de saberes. A este conjunto de medicinas se le suele llamar “tradicional”, implicando con ello una raíz indígena a la que se han sumado las prácticas de otras comunidades rurales y urbanas.
Ilustración de Alberto Beltrán.
En México la medicina tradicional es sincrética, tiene raíces prehispánicas a las que se sumaron las prácticas españolas, que en el momento de la conquista también se basaban en la herbolaria, además de rituales religiosos que fueron impuestos o asimilados por la cultura local. Las autoridades religiosas y médicas de los españoles aceptaron las hierbas, pero no los rituales mágicos y religiosos de los pueblos originarios, que subsistieron en la clandestinidad.
la medicina tradicional actual, aunque heredera de un patrimonio teórico-práctico de varios siglos, ha ido también evolucionando con el tiempo, ante el impacto de los medios de comunicación, la movilidad social y geográfica, la modernización general de la vida y de las cosmovisiones, la influencia de la escolarización y de la castellanización, junto con la difusión y proliferación de los productos farmacéuticos, y en menor escala por la asistencia sanitaria y médica.
[María del Carmen Anzurez Bolaños, pp. 105-106]
Algunos investigadores proponen referirse a medicina “popular”, concepto que incluiría los conceptos y las prácticas prehispánicos, coloniales y modernos. De todas formas, lo importante no es cómo se la nombra sino cómo se practica. Muchas veces relegada por no ser universitaria o científica, la medicina tradicional suele ser “no oficial”; a pesar de ello sigue arraigada porque corresponde a las características culturales de amplios sectores de la población y, sobre todo, responde a sus necesidades de tratamiento y cura. Es importante tener presente que quienes realizan este trabajo se han preparado y han asumido el compromiso de ayudar a su comunidad, aunque no estén inscritos en esquemas institucionalizados. Ambas prácticas tienden a encontrarse en el primer nivel de atención (ya sea como autoatención, con la intervención de un curador popular, la atención del embarazo y parto, los primeros auxilios ante los piquetes de víboras o los traumatismos) y también varios textos reportan la asimilación del uso de las inyecciones y otros productos de farmacia (como el petrolato para hacer ungüentos).
En la década de 1970 hubo una preocupación mundial por mejorar las condiciones de vida de la gente. La OMS organizó reuniones de parteras tradicionales e impulsó programas de capacitación, estudios y trabajos de investigación para mejorar los servicios que se ofrecían al interior de las comunidades. También por recomendación de la OMS se vinculó a quienes practicaban medicina tradicional con los servicios primarios de salud, hasta que en 1977 se aprobó una Resolución para promover y desarrollar la medicina tradicional a la que se definió como la suma de conocimientos teóricos y prácticos, explicables o no, que se usan para diagnosticar, prevenir, y tratar trastornos físicos, mentales y sociales, basados en la experiencia y la observación y transmitidos de manera oral o escrita de una generación a otra [Angélica Muñoz, p. 1]. Jas Reuter, en su audiovisual “La medicina popular”, menciona centros del Instituto Nacional Indigenista (INI) donde a veces trabajaban juntos un médico y un curandero y destaca que la confianza que se establece entre médico y enfermo no tiene que ver con dinero, sino con el ambiente sociocultural.
Declaración de Beijing sobre medicina tradicional, tomado de Primer Encuentro Regional de la Planta Medicinal.
En México, cuando se habla de “medicina tradicional” se entiende:
- un sistema médico que incorpora recursos humanos (parteras, curanderos, hueseros, hechiceros, etcétera);
- aquellos conocimientos para curar que han sido hechos propios y transmitidos a través del tiempo por uno u otro grupo humano, es decir que forma parte de su cultura
- un sistema de clasificación de enfermedades basado, básicamente, en el binomio frío-caliente;
- una variedad de recursos vegetales, animales y minerales que se usan con fines terapéuticos en un contexto mágico-religioso;
- un proceso de aculturación en el que las prácticas medicinales prehispánicas se reinterpretaron a la luz de la medicina europea medieval.
Todas las fuentes son parte del Acervo del Centro de Información y Documentación Alberto Beltrán (CID).
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Fuentes
Anzures Bolaños, María del Carmen, La medicina tradicional en México. Proceso histórico, sincretismos y conflictos, México, UNAM-IIA (Serie Antropológica, 57), 1983, acervo bibliográfico CID 9357.
Barrera, Alfredo, “Anteproyecto de estudios etnobiológicos y ecotécnicos”, lugar no identificado, Instituto de Cultura Popular-Coordinación de Cultura Popular, 22 de agosto de 1977, acervo documental CID D/4092.
Lagarriga Attias, Isabel, “Medicina tradicional en México. Conceptos, actitudes y valores de sus seguidores”, en Villalba Caloca, Jaime (comp), Medicina tradicional en México, México, INER, 2000, pp. 17-54, acervo bibliográfico CID 3574.
Modena, María Eugenia, Madres, médicos y curanderos: diferencia cultural e identidad ideológica, México, CIESAS (Ediciones de la Casa Chata, 37), 1990, acervo bibliográfico CID 7641.
Morales, María Elena, “La antropología médica y la salud en el año 2000”, en Villalba Caloca, Jaime (comp.), Medicina tradicional en México, México, INER, 2000, pp. 5-16, acervo bibliográfico CID 3574.
Muñoz, Angélica, “Panorama actual de la medicina tradicional”, s.l., s.f., acervo documental CID D/MT/31.
Primer Encuentro Regional de la Planta Medicinal. 20-22 de octubre de 1997, Torreón, Coahuila, México, Conaculta-DGCP-Unidad Regional La Laguna / Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, 1997, acervo bibliográfico CID BF1689.
Reuter, Jas, Guion para el audiovisual “La medicina popular”, s.f., acervo documental CID D/3205.
Roca Guzmán, María Elena et al., Yerbatero: nahua y zoque-popoluca del sur de Veracruz, Acayucan, Veracruz, México, DGCPIU-Unidad Regional Sur de Veracruz, s.f., acervo bibliográfico CID 2739.
Ryesky, Diana, Conceptos tradicionales de la medicina en un pueblo mexicano. Un análisis antropológico, México, Sepsetentas, 1976, acervo bibliográfico CID 2221.
Schendel, Gordon, La medicina en México. De la herbolaria azteca a la medicina nuclear, México, IMSS, 1980, acervo bibliográfico CID 3611.