Hay dos proyectos específicos sobre médicos y medicinas tradicionales a los que vale la pena prestar especial atención: el Instituto Mexicano para el Estudio de las Plantas Medicinales (IMEPLAM), que reunió esfuerzos gubernamentales; y las reuniones de especialistas de la medicina indígena y popular, que dejaron algunos posicionamientos escritos.
Instituto Mexicano para el Estudio de las Plantas Medicinales (IMEPLAM)
El IMEPLAM fue creado en 1975 por el presidente Luis Echeverría y funcionó hasta 1980. Luego se convertiría en la Unidad de Investigación en Medicina Tradicional y Herbolaria y posteriormente en la Unidad de Investigación en Medicina Tradicional y Desarrollo de Medicamentos, ambas del IMSS.
Este instituto reunió, bajo la dirección del médico Xavier Lozoya, a diversos especialistas de distintas instituciones que se dedicaron a investigar sobre las propiedades medicinales de las plantas.
En 1977 la 30 Asamblea Mundial de la Salud adoptó la resolución de trabajar sobre la promoción y desarrollo de la medicina tradicional, porque se consideraba la principal fuente de cuidado de la salud para dos tercios de la población mundial. Entre las recomendaciones de la OMS estaba acopiar y difundir información sobre quiénes practican la medicina tradicional, qué enfermedades se sabía que habían sido tratadas con éxito con medicina tradicional y farmacopea de la medicina tradicional. A partir de allí, se abrieron centros regionales en China e Italia; unos meses después se abriría la Oficina Regional de la OMS para Medicina Tradicional de América Latina, justamente en la sede del IMEPLAM de México. El Instituto acopió y difundió información por medio de diversas publicaciones, algunas de las cuales citamos en las fuentes.
En abril de 1981 el IMEPLAM organizó una reunión de expertos. Entre las conclusiones, se señaló que la medicina institucional se mueve en el paradigma de lo sintomático, pero ignora el sistema social y ecológico en el que se da la enfermedad; se consideraba por ello necesario tener en cuenta que la cura generada por el propio grupo, que conoce su entorno biológico, de acuerdo con sus creencias, es también atención a la salud. También mencionaban la destrucción que hacían los antropólogos de los conocimientos ancestrales:
Un gran conjunto de conocimiento de la psiquiatría mazateca fueron “descubiertos” por la antropología y los curiosos, hoy en día María Sabina, pobre, agotada y sin contacto con los demás curanderos de la región, ha sido destruida lentamente por esta relación comercializada con los nacionales y extranjeros, que por millares llegaron a su casa en Huautla, y que además arrasaron con los hongos de la región.
[Ballesteros y Argueta, p. 4]
Las reuniones entre especialistas de los pueblos originarios se organizaron desde la primera mitad de la década de 1970. En octubre de 1974 se celebró el I Congreso Indígena “Fray Bartolomé de las Casas” en San Cristóbal Las Casas, Chiapas. Producto de este encuentro fue la Declaración tzotzil sobre salud, en la que se denunciaba que los “médicos de la ciudad” ejercían maltrato, desconocían las costumbres y la lengua de la comunidad y recetaban medicinas muy caras. Por eso la comunidad solicitaba un comité de salud que vigilara y educara a la gente sobre la medicina indígena. También se hacía un llamado a buscar la manera de integrar ambos sistemas médicos en colaboración.
Entre 1989 y 1994, años en los que se produjo la Biblioteca de la Medicina Tradicional, del INI, hubo un intenso proceso de organización de terapeutas indígenas, que llegaron a conformar alrededor de sesenta agrupaciones que integraron el Consejo Nacional de Médicos Indígenas Tradicionales. Una inquietud que frecuentemente se manifestaba era si las generaciones más jóvenes perpetuarían las tradiciones médicas de las comunidades originarias.
Proyecto Oaxtepec
El proyecto Oaxtepec (1986) planteaba la recuperación y difusión de la historia pre y post hispánica del sitio en torno a la salud y la creación de un centro de encuentro de iniciativas culturales en materia de salud y bienestar social. Se planeaba montar un museo de la medicina popular mexicana y un jardín botánico del siglo XVI, donde se ofreciera capacitación para formar huertos medicinales comunitarios. El proyecto involucraba a varias instituciones gubernamentales, entre ellas el Instituto Nacional Indigenista (INI) y la Dirección General de Culturas Populares del Conaculta y contemplaba también una unidad de documentación y editar libros sobre la materia. El Centro Nacional para la Investigación y Promoción de la Medicina Tradicional era parte de este proyecto.
Organigrama del “Centro Nacional para la Investigación y Promoción de la Medicina Tradicional”, México, 1989.

La Declaración de Oaxtepec, surgida del Primer Congreso Nacional de Médicos Indígenas que tuvo lugar en Oaxtepec, Morelos, el 6 de diciembre de 1989, ponía sobre la mesa los siguientes puntos:
- Valoran positivamente la posibilidad de intercambiar conocimientos entre médicos indígenas y también con médicos institucionales del IMSS.
- Deploran ser invisibilizados, hostigados y hasta perseguidos por autoridades de algunas localidades; lamentan que no siempre pueden cultivar o recolectar las plantas que necesitan para sus rituales y curaciones.
- Proponen que reuniones como ese primer congreso se repitan y que se transmitan por radio y TV en lenguas indígenas.
- Piden que se legalice el cultivo de plantas medicinales, tener jardines botánicos comunitarios y que se respeten sus lugares sagrados.
- Quieren aprender a usar también medicinas de patente para atender casos de emergencia y que cada comunidad tenga una farmacia de campo.
- Sugieren que se impriman materiales sobre plantas medicinales de cada lugar.
- Piden que se les examine y reconozca su capacidad para que la práctica de la medicina indígena sea legal y se le otorgue presupuesto y poder participar en el diseño de los programas de salud municipal.
- Piden tener un certificado o credencial que reconozca la especialidad de cada médico indígena, para erradicar a los charlatanes.
- En las conclusiones se pide un Centro de Desarrollo de la Medicina Indígena Nacional.
Nosotros que hablamos con Dios para curar, también podemos hablar con el Presidente para plantearle nuestras necesidades y demandas.
[Declaración de Oaxtepec, p. 9]
A un año del congreso en Oaxtepec, el 6 de diciembre de 1990, en Pátzcuaro, Michoacán, se realizó la Reunión sobre el Reconocimiento y Legalización de la Medicina Tradicional. Se reunieron representantes de una veintena de organizaciones de médicos indígenas que sumaban unas dos mil personas. En el Documento de Pátzcuaro, los presentes se acreditaban como servidores de sus comunidades, reconocidos por sus pueblos, las autoridades tradicionales y las municipales. Con esta base, manifestaban las siguientes demandas:
- Ser también reconocidos y respetados por las instituciones de salud oficiales.
- Solicitan capacitación y apoyo para producir plantas medicinales y elaborar sus propios medicamentos y comercializarlos.
- Urgen a restringir el uso de plaguicidas, detener la destrucción de bosques y contaminación de ríos, que deterioran la salud.
- Acusan a compañías extranjeras de saquear sus hierbas para hacer productos químicos.
- Piden coordinarse con las instituciones de salud para poder canalizar a pacientes, pero no quieren “pertenecer a una institución de salud como auxiliares” porque ellos saben curar, no son aprendices.
En junio de 1991, 36 organizaciones de médicos indígenas, provenientes de 15 entidades del país y pertenecientes a 37 grupos étnicos, se reunieron en Tlaxiaco, Oaxaca. Acordaron integrar el Consejo Nacional de Médicos Indígenas Tradicionales y organizar en diciembre de 1991 un Segundo Congreso Nacional de Médicos Indígenas Tradicionales.
El Comité Nacional de Apoyo a las Organizaciones de Médicos Tradicionales Indígenas se constituyó en noviembre de 1991 para responder a las necesidades que los médicos tradicionales habían expresado desde el primer congreso nacional en Oaxtepec (1989) y las reuniones posteriores (Pátzcuaro, 1990; Tlaxiaco y Oaxtepec, 1991). El Comité reunió a profesionales de la salud de instituciones gubernamentales y no gubernamentales e independientes. Su acta constitutiva detalla sus objetivos, relacionados con la defensa y reconocimiento de la medicina tradicional.
En 1992 IMSS, INAH, UNAM y otras instituciones realizaron el II Congreso Nacional y I Encuentro Continental de Médicos Tradicionales Indígenas, del que surgió, de acuerdo con Angélica Muñoz, la Declaración de México sobre Medicina Tradicional Indígena.
Fuentes
“Acta constitutiva del Comité Nacional de Apoyo a las Organizaciones de Médicos Tradicionales Indígenas”, Ciudad de México, 12 de noviembre de 1991, acervo documental CID D/235 B.
“Acuerdos de la reunión para la integración del Consejo Nacional de Médicos Indígenas Tradicionales”, Tlaxiaco, Oaxaca, 3 y 4 de junio de 1991, acervo documental CID D/235A.
Ballesteros, Hirám y Arturo Argueta, Sociología médica, atención primaria y medicina tradicional, Uruapan, Michoacán, SEP-DGCP-Unidad Regional Michoacán, (Cuadernos, 38), marzo 1983, acervo bibliográfico CID BF1547.
“Centro Nacional para la Investigación y Promoción de la Medicina Tradicional”, México, 1989, acervo documental CID D/231.
“Declaración de Oaxtepec sobre medicina indígena”, Primer Congreso Nacional de Médicos Indígenas, Oaxtepec, Morelos, 6 de diciembre de 1989, acervo documental CID D/234.
“Declaración tzotzil sobre salud (documento San Cristóbal Las Casas, Chiapas, 1974)”, en Lozoya, Xavier y Zolla, Carlos (eds.), La medicina invisible. Introducción al estudio de la medicina tradicional de México, México, Folios Ediciones, 1986, pp. 11-13, acervo bibliográfico CID 8839.
Díaz, José Luis, Índice y sinonimia de las plantas medicinales de México, México, IMEPLAM, (Monografías Científicas I), 1976, acervo bibliográfico CID 805.
Díaz, José Luis (ed.), Usos de las plantas medicinales de México, México, IMEPLAM, (Monografías Científicas, II), 1977, acervo bibliográfico CID 8059.
Documento de Pátzcuaro, Reunión sobre el Reconocimiento y Legalización de la Medicina Tradicional, Pátzcuaro, Michoacán, 6 de diciembre de 1990, acervo documental CID D/235.
Fuentes y datos para el estudio de la medicina p’urhepecha, México, SEP-DGCP (Cuadernos de Trabajo CID, 2), 1982, acervo bibliográfico CID BF490.
Lozoya L, Xavier (ed.), Estado actual del conocimiento en plantas medicinales mexicanas, México, IMEPLAM, 1976, acervo bibliográfico CID 2732.
Muñoz, Angélica, “Panorama actual de la medicina tradicional”, s.l., s.f., acervo documental CID D/MT/31.
Tesis sobre plantas medicinales realizadas en la Facultad de Química de la UNAM (1933-1975). Índice, México, IMEPLAM, 1976, acervo bibliográfico CID Alberto Beltrán BF443.
Viesca Treviño, Carlos (ed.), Estudios sobre etnobotánica y antropología médica, México, IMEPLAM, 1976, acervo bibliográfico CID 0606.
Todas las fuentes son parte del Acervo del Centro de Información y Documentación Alberto Beltrán (CID).
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