Acapetlahuaya es un pueblo pequeño y pintoresco que se ubica en la parte norte del estado de Guerrero. En este pueblo los atoles cobran mucha importancia porque son utilizados en la salud y en la enfermedad y como un alimento económico y nutritivo, para indígenas y mestizos, también se encuentran presentes en las ceremonias religiosas y mayordomías en donde se elaboran de todos sabores y colores, servidos en su tradicional jícara artesanal del lugar. Su gastronomía está basada en una combinación de productos mesoamericanos con los introducidos por los españoles.