Registro en Zacatecas: Los Matlachines de Carrizo

El expediente menciona que esta danza se conoce como Matachines, Matlachines, Matlanchines o Tatachines, según la región. El grupo registrado en 1975 provenía de Pie de la Bufa, en la ciudad de Zacatecas. Se componía por 17 danzantes y su maestro, Pedro Sánchez Ventura.

La indumentaria constaba de camisa de color, pantalones a la rodilla y faldilla (nagüilla) con lentejuelas, carrizos y flecos de cuero. Completaban el atuendo medias de popotillo y huaraches de suela fuerte y penacho con adornos de lentejuelas, chaquiras, plumas de colores colocadas horizontalmente y cuentas de papelillo. Portaban, generalmente, la sonaja y el arco con flecha, que sirven para enfatizar el ritmo. En ciertos sones, movían vigorosamente un machete.

La coreografía partía de la formación lineal para luego hacer grandes desplazamientos con diversos pasos de zapateado preciso. Bailaban siguiendo los sones interpretados por un violinista y un tamborero, con la siguiente secuencia:

1. La Tonina
2. El remolino
3. La india
4. El viejito
5. El meco
6. El sobre parado
7. La víbora.

En el acervo sonoro se conservan dos registros. En la entrevista, los músicos Daniel Torres Frausto (violín) y Salvador Delgado Venegas (tambora) comentan que ellos también bailaban ocasionalmente, cuando alguno de los danzantes estaba cansado. En ese momento tenían un capitán joven, que le imprimía dinamismo a su modo de bailar.

Las fechas en que se presentaban eran: 11 al 19 de marzo, para san José; 3 y 16 de mayo, días de la Santa Cruz y de san Pascual Bailón respectivamente; 24 de junio, dedicado a san Juan Bautista; 3 al 15 de septiembre, en honor de la Virgen del Patrocinio. En las fichas de registro se refieren otras fechas y lugares en que bailaban por invitación de las autoridades religiosas.

En otro testimonio, un danzante de La Zacatecana, en Guadalupe, Zacatecas, recuerda que su abuelo bailaba Matlachines y le había dicho que era una danza de origen europeo y que “matlachín” significa “hombre disfrazado”. Según este testimonio, habían empezado a representar la danza, dedicada al dios de la lluvia, durante una sequía en la ciudad de Zacatecas. Él menciona al personaje del “viejo de la danza”, que viste ridículamente, usa máscara y se encarga de vigilar que todos los danzantes lleven el paso.